Jose Luis Diaz Permuy, Sergio Marqués Prendes, Gillermo García González de Lena, Carlos Fernández Cuervo, Rocío Martinez Fernández
La Mesa redonda “¿Asturias sin fabes?”, en la que se abordó la incertidumbre del sector. Sergio Marqués, director de Proyectos Agropecuarios de Alimerka, fue claro. “El año pasado fue un desastre, y todo apunta a que mucha gente no se va a atrever a plantar este año. Aunque el próximo sea bueno, habrá déficit de fabas por la reducción en la siembra”. Marqués alertó del desgaste psicológico y económico que supone para los productores afrontar tres años consecutivos de malas cosechas. “Aquí todos los años se apuesta, y hay quien ya no puede seguir haciéndolo”, indicó.
Carlos Fernández, asesor agronómico, reconoció los avances del sector en las últimas décadas y defendió la labor del Consejo Regulador y del Serida. “Antes parecía que la IGP no existía. Ahora se trabaja mucho y bien”, dijo, aunque admitió que aún se puede mejorar en coordinación.
Desde el punto de vista de la producción, Rocío Martínez, de FabEo S.C., lamentó una gran caída en las cosechas, en su caso, de entre el 60 y el 70%, y expresó su preocupación por la falta de semilla certificada libre de enfermedad. “Lo que ahora necesitaríamos es un fitosanitario de los que había antes, para poder salir del paso, al menos que nos lo autorizasen durante dos campañas”, propuso.
Por su parte, el hostelero José Luis Díaz, del restaurante La Consistorial, aportó la visión del sector de la restauración. “La faba este año es de muy buena calidad, pero hay menos. También hay que decir que ha cambiado la tendencia, porque desde mi posición considero que antes comer fabada era de pobres, y ahora es de ricos”, detalló. Con la vista sobre la hostelería, Díaz abogó por diferenciar claramente la faba asturiana en las cartas de los restaurantes y valorar así el trabajo que realizan los restaurantes que se molestan en buscar buen producto y también valorar así el trabajo de los productores. “Hay que decir ‘fabada con faba asturiana’, eso también es importante”, señaló.
Esta cita puso sobre la mesa no solo los retos del presente, sino también las herramientas con las que el sector puede enfrentarlos. Como dijo Juan José Ferreira, “estamos mucho mejor que hace 30 años». «Tenemos una IGP fuerte, productores cada vez más profesionales y una investigación que no tiene ninguna otra región en España. El futuro depende de que sepamos aprovecharlo y avanzar juntos”, concluyó.